jueves, 15 de diciembre de 2011

EL FIN DEl BIENESTAR?

Los pocos que ya tienen mucho quieren más. En realidad lo quieren todo. Y les gustaría
que la gente común, los muchos, reduzcan sus esperanzas, trabajen más y se contenten con
menos. Pues, cuanto más tengan más querrán, hasta que se acabe en una democracia social y
económica. ¡Y hasta ahí podían llegar las cosas! Mejor atarlos corto y tenerlos insatisfechos.
Para los pocos que lo tienen casi todo es mejor volver a las condiciones del siglo XIX o del
Tercer Mundo actual, esto es, disponer de masas de trabajadores sin organización, dispuestos a
trabajar por la mera subsistencia; una masa de desempleados, de pobres desesperados que
contribuyen a bajar los salarios e incluso provocar el resentimiento de los que están justo por
encima de ellos (divide y vencerás, decían ya los antiguos esclavistas de Roma); una clase
media cada vez más encogida; y una diminuta clase poseedora, escandalosamente rica, que lo
tiene todo.
La formación de la sociedad sumisa
Vicente Romano

Empiezo con este fragmento del libro, por cierto, altamente recomendable. Tuve la suerte de ser alumna de Vicente Romano, profesor que escribió este libro en 1993, cuando sólo hacía cuatro años que había caído el comunismo, al otro lado del muro. Presagiaba lo que iba a pasar...releyendo ahora  su libro, entiendo mejor mi pensamiento, mi critica a este sistema absurdo basado en la desigualdad y en el miedo, entre otras cosas. Supongo que somos una síntesis de nuestras experiencias, lecturas, aprendizajes, influencias, viajes...y un sin fin de cosas más.
Todo comenzó hace ya muchos años cuando se privatizaron las empresas públicas, ahora ante una crisis de las dimensiones de la actual, el estado tiene muy poca capacidad de maniobra. Los mismos estados, con consentimiento de los ciudadanos, han suprimido las empresas públicas, que en estos casos podían hacer frente a la situación. Ahora nos gobiernan los mercados claramente, incluso algunos gobiernos ya están manejados por tecnocratas.
Mi amiga Victoria, trabajadora social, expresa su tristeza al sentir impotencia al no poder ofrecer ningún recurso a personas con riesgo de caer en la pobreza. Se han suprimido, todas las ayudas, todos los recursos, de un plumazo. Lo que está pasando es muy grave. Me hago la pregunta ¿ no se da cuenta la gente de lo que está pasando? Ahora dicen que hay que aplicar recortes con pedagogía. ¿ Qué tomadura de pelo es esta?. Convencer a la gente de que es necesario recortar en lo social, en la educación, en la sanidad. Pero si es el mundo al reves....no será al contrario. ¿ No es ahora cuando más se necesitan apoyos sociales?.
Si esto sigue así, aumentará la pobreza y la delicuencia. Preparemonos para lo que se avecina, serán tiempos duros. Pero, por favor que no nos roben la dignidad, que no nos mientan y que no nos traten como estupidos. Nos empobrecemos cada día más y el futuro de nuestros hijos es incierto. Pero protestaremos hasta que podamos, me moriré protestando, reivindicando y denunciando.

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